Tulum… Tulum
He aprovechado que el trabajo me ha llevado unos días a Ciudad de México para escaparme a mi lugar favorito del mundo antes de volver a España. Es Tulum, en México. La última vez que lo vi fue hace diez años, entrevistando al genial Paco de Lucía en la casa que tenía aquí. Pasé un día imborrable con él, su mujer y sus dos hijos pequeños (que hasta se subieron a nuestras piernas mientras grabábamos la entrevista).
Tulum ha cambiado mucho, pero continúa siendo impresionante. Entonces era una playa virgen con cuatro casas en primera línea de mar. Ahora hay una cadena de hoteles que se siguen los unos a los otros, demasiados, pero aun así, Tulum sigue siendo un paraíso porque cada uno de esos hotelitos se ha integrado con el entorno. Decorados con pajas, maderas, de una manera cuidadosamente descuidada, se confunden entre la vegetación que originalmente llegaba hasta la arena.
Vivir aquí es vivir pisando arena. Ahora mismo estoy sobre ella, sentada, mirando el color turquesa del mar y soñando con quedarme aquí.
Llevo dos días, dos lunas, dos noches de chamanes en la playa, dos amaneceres de paseos, piruetas y desayunos sanos. Y aún me quedan las ruinas mayas... ¡No me quiero ir!